El
Chacal y el Baboon
Hace mucho
tiempo el Chacal y el Madril eran amigos. Era en ese tiempo
que todos los animales de la selva amaban comer miel. Esta dulce,
dorada comida era su placer favorito. Los animales compartían
el tan adorado alimento y vivían juntos en armonía.
Luego vino
un tiempo, sin embargo, cuando hubo una escasez de miel en el
bosque. Sólo había suficiente miel para el Rey - el León. El
disfrutaba de su miel y se lamía los labios después de comer
su porción de león de esta deliciosa golosina.
El estómago
del Chacal rogaba por su alimento favorito. El simplemente observaba
la miel chorreando de la barba del Rey y sólo deseaba una pequeña
probada de la dulzura.
La escasez
de miel continuó por muchas semanas, y el deseo del Chacal por
la miel creció. Finalmente un día, él se despertó con un brillante
plan. "Cuando sea de noche volveré a disfrutar de la dulce miel,"
se dijo a sí mismo. Luego él partió a ver a su amigo Mandril.
"Querido
amigo,"comenzó diciendo Chacal, "Yo sé cómo tus labios han extrañado
el sabor de la dorada miel, tanto como los míos. Yo he diseñado
un plan para satisfacer nuestros deseos de este delicioso manjar.
Podría haberme guardado esta información para mí mismo, pero
tú eres mi amigo. Yo quería compartir este festín contigo."
Mandril
estaba muy excitado y agradecido de Chacal por su amabilidad.
El escuchó atentamente a medida que Chacal describía su plan.
"Esperaremos hasta el momento en que el sol esté alto en el
cielo. Es ahí cuando León se acomoda en la sombra de los árboles
y duerme una siesta. Nosotros nos iremos al lugar donde León
guarda su miel. Luego podremos compartir un poco de la dorada
substancia. León nunca sabrá que somos nosotros quienes nos
llevamos su miel," dijo Chacal.
Desesperado
por un poco de miel y feliz de ser socios con Chacal, Mandril
estuvo de acuerdo con el plan. Esa tarde, cuando el sol estuvo
alto en el cielo, León se acostó en el susurrante pasto bajo
la sombra del árbol de acacia. Chacal le hizo una seña a Mandril
y el duo partió a atacar el lugar donde se guardaba la miel.
Mandril
entró al lugar y comenzó a comer la dulce substancia que tanto
había deseado. El la devoró con gran entusiasmo. La miel le
chorreaba de su barba, y él hacía sonar sus labios, agradecido
de Chacal por haberlo incluido en esta sabrosa aventura.
Chacal comió
lentamente y cuidadosamente. No se le chorrió la miel por su
barba. Cada gota de la deseada substancia llegó directo a su
ansioso estómago. Cuando los dos habían comido sus raciones,
se dijeron adiós y se fueron a descansar.
El sol comenzó
a descender, y el poderoso líder se despertó de su siesta. Luego
de estirarse y de bostezar, él pensó, "Necesito un poco de mi
dulce manjar." El León se acercó ansioso a la fuente de la miel.
Cuando se acercó, vió los envases vacíos de miel. Sacudiendo
su melena y estirándose, emitió un tremendo rugido, "¿Quién
ha osado robar la miel del Rey? Todos los animales deben presentarse
ante mí en este instante." El rugido hizo eco a través del bosque.
Los animales grandes y pequeños comenzaron a temblar cuando
las palabras del poderoso León alcanzaron sus oídos.
Cuando las
criaturas lo rodearon en un círculo, León preguntó, "¿Quién
ha osado comerse la miel del Rey?" Mandril miró al Chacal, quien
estaba parado en silencio. Ni una criatura se movió. León rugió
una vez más, "Debo saber quién se robó mi preciada miel!" Nuevamente,
los animales se quedaron quietos como estatuas. Finalmente Chacal
habló.
"Yo tengo
una idea Rey León. ¿Por qué no examinas las barbas de los animales.
El que tenga la barba manchada con miel es el culpable." Mandril
miró a Chacal con horror. León asintió que estaba de acuerdo
y comenzó su examen de las tropas alineadas frente a él.Cuando
llegó donde estaba Mandril, él vió los rastros de miel en su
barba y en sus labios. El olió el dulce olor en el aliento de
Mandril. "Tú eres el ladrón, Mandril!" gritó León. "Ahora deberás
encontrarme miel y reemplazarla por la que te robaste!"
Mandril
corrió atemorizado. El estaba asustado del León que había hecho
este pedido imposible. El estaba enojado con el Chacal por haberle
jugado un truco tan sucio. "Yo no sé dónde encontrar miel! Todos
saben que el león tenía lo último que quedaba! Oh, ¿Qué voy
a hacer?" lloró el Mandril. Finalmente se dio cuenta de que
debería encontrar al bromista y se fue en busca de su presa.
Más tarde
ese día, Chacal no estaba sorprendido de ver a Mandril acercándose
rápidamente hacia él. El miró a su alrededor buscando una vía
de escape. El estaba al lado de un gran precipicio por lo que
no había una forma fácil para escaparse. Siendo una criatura
ladina, Chacal simplemente se inclinó hacia el precipicio. A
medida que el Mandril se acercaba, Chacal empujaba contra la
roca. El gruñó y se quejó. Este comportamiento sorprendió al
Mandril. El se olvidó de su misión cuando vio al Chacal empujando
con toda su fuerza contra el inmenso precipicio. "¿Qué estás
haciendo? ¿Por qué estás empujando contra el precipicio?" le
preguntó el Mandril.
"Estoy tan
feliz de verte," dijo Chacal. "Este precipicio está a punto
de desmoronarse. Yo lo estoy sosteniendo. Como puedes ver, necesito
de toda mi fuerza para mantenerlo en su lugar. ¿Por qué no sostienes
el precipicio por mí, Mandril. Yo iré a buscar un palo. Juntos,
podremos sostenerlo y así no se caerá sobre nosotros."
Mandril
estuvo de acuerdo y los dos cambiaron lugares cuidadosamente.
Chacal se fue corriendo, dejando a Mandril empujando fuertemente
contra el precipicio!
Pasaron
las horas. Los brazos de Mandril se estaban cansando. Sus párpados
se ponían pesados. "¿Dónde está Chacal? De seguro que ya debe
haber encontrado un palo? Yo ya no puedo seguir empujando más
tiempo." El miró hacia arriba del precipicio. "Tal vez si dejo
de empujar y me salgo rápidamente del camino, podré evitar a
las rocas cuando caigan." Mandril preparó sus patas, para soltar
el precipicio, y dio un tremendo salto!
No hubo
ni un sonido. No se cayó ni una roca sobre él. Ni siquiera un
poco de pasto cayó del precipicio. "Ese Chacal me ha engañado
una vez más!" reconoció Mandril. "Primero se aseguró de que
yo fuera culpado por comerme la miel del león. Luego se escapó
de mí diciéndome una historia sobre el precipicio que se caía.
Debo encontrar a Chacal!" El buscó y buscó en todas partes por
él. Pero Chacal, siendo un tipo inteligente y tramposo, se escondió
hasta que a Mandril se le olvidó su enojo.
Actividades
Para Extender Tu Pensamiento...
Lenguaje
Expresivo...
Encuentra
las siguientes palabras en esta historia folklórica. Escribe
una definición para cada una. Luego piensa en un antónimo para
cada palabra.
- Exaltado
- Deleite
- Culpable
- Vociferado
- Ladino
Características
de la Criatura...
Haz una
de las siguientes:
- Haz una
lista de las palabras que describen tanto al Chacal como al
Mandril. Puedes comenzar con las palabras usadas en esta historia
folklórica. Luego encuentra tus propias palabras descriptivas.
Haz un círculo alrededor de las cinco palabras que pienses
son las más descriptivas.
- Piensa
en las características de Mandril y de Chacal. Elige una escena
de la historia folklórica que mejor ilustra estas características.
Crea una caricatura de esta escena..
Lecciones
de Vida...
Escribe
una anotación en tu diario acerca de uno de los siguientes temas:
- ¿Has
sido alguna vez engañado por alguien como Chacal? Cuenta acerca
de esa vez en una entrada en tu diario.
- ¿Qué
aprendiste de las experiencias de Mandril? ¿Cómo podrían ayudarte
estas lecciones?