El
León y el Chacal
Un día Chacal
estaba merodeando cerca de la casa de hombre. El sabía que tenía
que tener cuidado porque los humanos eran criaturas muy inteligentes.
Ellos podían construir trampas para los animales que amenazaban
sus granjas y su ganado. Pero Chacal tenía gusto por los pollos.
El deseo por el gusto de los pollos en su boca era más grande
que el miedo a las trampas de hombre. Por eso, Chacal había
aprendido a detectar las trampas cuidadosamente construidas.
Hoy día
él caminó con cuidado, siempre vigilando el suelo en frente
suyo. Un indicio de espacio blando podía alertar a Chacal sobre
una de esas trampas. Hombre cavó un hoyo, puso espinas paradas
adentro y luego cubrió el hoyo con ramas livianas y una delgada
capa de tierra. Cualquier animal que se parara sobre la tierra,
inmediatamente se caería en el hoyo. Las flechas filudas cortarían
sus patas como espadas. Pero Chacal sabía que sus ojos eran
igual de afilados, y él era tan astuto como los hombres que
construían las trampas.
Este día
el estómago de Chacal sonaba como truenos a medida que iba recorriendo
la cerca, sus ojos alertas a las trampas y su nariz ansiosa
por el olor de los pollos. De repente, otro de los sentidos
de Chacal detectó un extraño ruido. "¿Qué es ese suave sonido
de quejido?" se preguntó a sí mismo. El miró a todo el terreno
alrededor suyo. Chacal casi no vio a la imagen de cuatro patas
elevadas en el aire con espinas como cuchillos enterradas en
las suaves patas de un león.
Chacal eligió
sus pasos cuidadosamente. El caminó hacia el hoyo y miró hacia
abajo, donde estaba un inmenso león. La criatura estaba tirada
de espaldas, con las patas al aire y se quejaba suavemente.
Cuando León vio a Chacal, él comenzó a rogar. "Oh, por favor,
buen Chacal, ¿no ayudarías a tu hermano León? Saca estas espinas
de mis patas para que yo pueda volver a caminar."
Chacal sabía
que estaba frente al peligro. "No, no te ayudaré, León," contestó.
Yo sé que me comerás una vez que estés libre."
"Oh, nunca,
nunca," contestó León. "Tú me salvarás. Yo nunca te comería."
León continuó rogando hasta que finalmente Chacal decidió sacar
las espinas de las patas del León.
Cuando Chacal
sacó la última espina de él, León saltó. Con ojos hambrientos,
él miró a Chacal y rugió. "Ahora te voy a comer. Debo devorarte
porque tú eres una presa para mí!". Con eso, el león atacó a
Chacal.
Chacal saltó
hacia atrás. Alzó una pata en el aire. "Oh no, León. Tú no puedes
tomar una decisión como esta. Primero debemos ir a preguntarle
a los otros animales. Si ellos están de acuerdo, entonces puedes
comerme."
León estiró
su pata hacia Chacal, "está bien, pero tú verás. Los otros animales
saben que los leones comen chacales. Te tendré como sabrosa
comida antes de que se ponga el sol."
Luego León
y Chacal caminaron y caminaron. Finalmente el par divisó a un
tigre. Luego de considerar la situación, Tigre dijo, "Los Chacales
son un problema para mí. Ellos tratan de conseguir todo lo que
yo quiero comer. Tú puedes comértelo, León."
León miró
a Chacal, pero Chacal rápidamente djo, "Ahora debemos continuar
para ver qué tienen que decir los otros animales sobre esto."
El par continuó su viaje. Finalmente ellos vieron un elefante.
"Déjenme
pensar sobre esto," dijo Elefante lentamente. El se quedó parado
sin moverse por un par de minutos, excepto por el movimiento
de su cola para espantar a las moscas de su piel sensible. "Sí,
lo tengo," dijo finalmente Elefante. "Tú puedes comerte a Chacal
sólo si él está de acuerdo con eso." Con eso, Elefante giró
su gran cuerpo, ventiló el aire pesado con sus orejas y se fue.
"Está bien,
León. Vamos a ver al último animal. Si él dice que me puedes
comer, entonces yo seré tu cena," dijo Chacal.
Los dos
continuaron su camino hasta que se encontaron con la inteligente
Coneja. Después de oir el dilema, Coneja se sobó su quijada
y respondió, "Yo no puedo tomar esta decisión hasta que vea
dónde fuiste hecho prisionero, León. Llévame a la trampa."
Los tres
animales regresaron al lugar donde León había sido capturado.
Coneja estudió el lugar. "Ahora yo debo ver cómo estabas tirado,"
dijo ella. León entró al hoyo y se echó de espaldas. "eso todavía
no me sirve, " dijo Coneja usando su voz más sabia. "debes ponerte
las espinas de vuelta en las patas. Ahí tendré toda la información
para tomar una decisión." El inteligente Chacal miró a la igualmente
inteligente Coneja. Ellos cogieron las espinas. Los dos las
volvieron a insertar en las patas del león. El gruñó y gruñó
porque el dolor de las espinas entrando nuevamente en sus patas
era muy grande.
Ahora Coneja
y Chacal se alejaron de la trampa y del prisionero que nuevamente
tenía. Ellos miraron a León - echado sobre su espalda con las
espinas clavando sus patas. "¿Es esta la forma en que estaba?"
preguntó la Coneja.
"Sí," dijo
Chacal."Bueno," contestó Coneja. "Ahora vámonos! Chao chao,
León!"
Actividades Para
Extender Tu Pensamiento...
Lenguaje
Expresivo...
La conversación
ayuda a contar la trama en esta historia folklórica. Vuelve
a escribir esta historia folklórica sin ninguna conversación.
Lee ambas versiones. ¿Qué le agrega la conversación a una historia?
Características
de las Criaturas...
Haz una de
las siguientes:
- Haz una
lista de las características del conejo y del chacal. Haz
un Diagrama Venn mostrando las características únicas del
conejo. ¿Cuántas características se sobreponen?
- Consigue
un pedazo grande de papel de diario mural. Dibuja una línea
de tiempo mostrando los eventos en esta historia folklórica.
Lecciones
de Vida...
Escribe una
entrada en tu diario contando cuáles características de las
criaturas te gustaría más tener. Explica tu elección.